Masortí cuestiones práticas
Cuestiones prácticas sobre el movimiento Masortí
En la Congregación Bet-El de Madrid, se realizan todas las actividades que envuelven el ciclo de vida judió. A continuacio hay una breve descripcionde cada una de ellas
Bar - Bat Mitzva
Nosotros -como nuestros antepasados- reconocemos el valor fundamental que tienen las ceremonias como modo de destacar nuestra conciencia de las diferentes etapas en el ciclo de la vida.
La pubertad es la etapa en la que despiertan en el joven todas las cualidades físicas, intelectuales y emocionales que desarrolladas lo llevaran a la adultez. Por eso la edad de doce años para la niña y trece años para el joven, constituyen un criterio general que cada familia deberá adecuar a sus condiciones particulares.
Para que el Bar-Mitzva o Bat-Mitzva sea una celebración cargada de significado, los chicos y la familia deben prepararse, tomando en cuenta los cambios físicos, emocionales y psicológicos del púber.
Tradicionalmente se tomaba el primer Shabat posterior al cumpleaños de trece años para el varón y de doce años para la nena, según el calendario hebreo, para lo cual se busca la fecha del nacimiento en dicho calendario. (*). Si aún no conocen esa fecha, en la Sinagoga están los calendarios para consultar.
Bar-Mitzva o Bat-Mitzva no es un evento privado, todo lo contrario: es asumir públicamente la condición de judío, miembro activo y responsable de la comunidad, por eso se celebra en la Sinagoga y durante la celebración comunitaria de Shabat.
En Bet.El también nos ocupamos de ayudar a la preparación de los chicos para vivir el Bar Mitzva o el Bat Mitzva. Nuestro criterio es que la preparación consiste en:
• La reflexión acerca de los sentidos y los valores de la vida desde la perspectiva del judaísmo.
• El estudio de aspectos de la historia y la tradición judía.
• La preparación para la ceremonia.
Una vez a la semana los chicos se encuentran con el Rabino para charlar, pensar y practicar. Los encuentros son en pequeños grupos o individuales. El aprovechamiento integral de la experiencia depende en gran medida de la asistencia regular y la participación activa de los chicos en los Servicios Religiosos, especialmente los Sábados a la mañana cuando estudiamos y discutimos los temas de la Torá.
El Judaísmo se “practica”, nadie se conformaría con una explicación teórica para aprender a ejecutar un instrumento musical o un deporte. Para aprender tenis debemos tomar una raqueta y una pelota, para aprender judaísmo debemos venir a la Sinagoga
El Bar Mitzva y el Bat Mitzva no es una ceremonia particular de la familia; se celebra en el marco del servicio religioso de la Comunidad. Para acompañar adecuadamente a los chicos, entendemos que los papás también deben aprovechar ésta oportunidad para enriquecerse ellos mismos. Esperamos que puedan acompañar a los chicos en los Servicios Religiosos y las actividades complementarias que se realicen.
QUE QUIERE DECIR SER BAT - BAR MITZVA?
Bar Mitzva es la forma judía de decir hombre. Se comienza a ser Bar Mitzva el día que se cumplen 13 años (de acuerdo al calendario judío). Comenzar a ser adulto, es empezar a formar parte del pueblo judío de una manera distinta.
Un niño es judío porque su familia es judía, pero cuando se alcanza Bar Mitzva se es judío por si mismo, con las mismas responsabilidades y los mismos privilegios que todos los judíos adultos, desde ese momento serás considerado un hombre.
Bat Mitzva es la forma judía de decir mujer. Se comienza a ser Bat Mitzva el día siguiente al cumplir 12 años (de acuerdo al calendario judío). Es decir en el primer día de los doce años.
Empezar a ser adulta, es empezar a ser parte del pueblo judío de una manera distinta. Una niña es judía porque su familia es judía, pero caundo se alcanza Bat Mitzva se es judía por si misma, con las mismas responsabilidades y los mismos privilegios que todos los judíos adultos, desde ese momento serás considerado un mujer.
Casamiento
El amor diferencia al ser humano de los animales, y es un vínculo en el que se “recibe” por el sólo hecho de “dar”.
El matrimonio es la celebración del amor, es la forma pública del más íntimo compromiso: apostar todo a la construcción de una pareja, de un hogar común, marco fértil para el crecimiento individual, el desarrollo compartido; la concepción y crianza de los hijos.
En Bet-El se acompaña a los novios durante el proceso de análisis y decisión, desde la búsqueda del sentido tradicional del casamiento, la relevancia actual de los símbolos, la organización de la ceremonia, etc.
En todas las formas de la vida el apareamiento entre macho y hembra es un fenómeno natural, en cambio, entre los seres humanos el matrimonio es la celebración del amor, origen de la vida y vehículo de la sabiduría.
El mandamiento “fructificad y multiplicaos” es el mandato Divino que constituye al hombre en representante de Dios, para crear y recrear el mundo. El amor es la razón esencial del misterio de la creación. Por ello el matrimonio es la realización del ideal más elevado de la vida.
Los Símbolos:
La Jupá es el símbolo del nuevo hogar que la pareja funda. Un techo común más alto que nuestras cabezas… y un piso común sobre el cual apoyarnos.
Cuando los novios llegan a la Jupa, la novia gira alrededor del novio Siete vueltas , como los 7 días de la creación. La mujer fecunda con su magnética capacidad de atraer y contener la potencia seminal de lo masculino haciendo que dos se vuelvan uno y místicamente así semultipliquen. Las vueltas son en realidad espirales de la elevación mística del amor en el camino de la “Sefirot”.
La copa de vino es el símbolo de la vida. Su forma exterior es un “continente” que asegura que el “contenido” no se derrame!!! al igual que la vida, en la que cuerpo y alma, son recíprocamente interdependientes.
La Ketubá es un Acta Matrimonial instituida en el Pueblo judío desde el siglo II A.E.C. Está escrita en arameo, idioma en el cual se redactaban los documentos legales antiguos. Este documento registra por escrito las recíprocas responsabilidades de la pareja y asegura a la mujer que el hombre cuidará de ella y la respetará como corresponde. La validez de este documento está determinada por la firma de los testigos que más que espectadores son garantes.
Los anillos que intercambian los novios son el símbolo de que el amor y la lealtad los unirán, y siempre compartirán las riquezas materiales. La tradición judía indica que los anillos usados en la ceremonia no deben contener piedras o inscripciones, pues eso haría indefinido su valor. Los anillos se colocan en el dedo índice de la mano derecha, porque es el más visible en presencia de todos los testigos que pueden observar el cumplimiento efectivo de esta norma.
Los Cuatro Momentos de la Ceremonia:
1) Birkat Eirusin. El matrimonio es la unión de dos vidas en un Pacto, vínculo sagrado como los vínculos de sangre. Con la Copa de Vino (símbolo de vida) en la mano recitamos la bendición que reconoce que Dios es el testigo de este momento.
“Bendito eres Adonai Dios nuestro, Poder Soberano del Universo, Creador del fruto de la vid. Bendito eres Adonai Dios nuestro, Poder Soberano del Universo, que nos has bendecido con Tus preceptos y nos has instruido en las interdicciones concernientes a las relaciones incestuosas y desleales prescribiéndonos las leyes del matrimonio. Bendito eres Adonai que santificas a los miembros del pueblo de Israel por medio del Pacto del Matrimonio.
2) Anillos y Ketuba En segundo lugar la boda también es una aceptación de reglas de funcionamiento social que Dios ha inspirado en la humanidad. El intercambio de anillos y la firma de la Ketuba (acta de matrimonio) junto a los testigos es su expresión.
3) Nisuím / Sheva Brajot: La consagración de la unión consiste en siete bendiciones “Sheva Brajot”, que se recitan con una segunda copa de vino en la mano, que nos recuerdan el acto de la Creación divina en siete días, y que el hombre es la corona. Al multiplicar el amor, el matrimonio se erige como el más genuino acto de identificación del hombre con Dios y “eleva” al Ser Humano a categorías divinas (de ahí la palabra nisuiin que significa elevación). El matrimonio, que hace y feliz a dos personas, es también fuente de esperanza para todo el Pueblo Judío y para toda la Humanidad.
Nacimiento
BRIT – MILA
INTRODUCCION
La historia del pueblo judío y de la tradición judía tiene una extensión de más de 3500 años, tratar de explicar algo brevemente tiene el riesgo de una simplificación exagerada. Sin embargo – y hecha la advertencia anterior – podríamos decir que hay una decena de tradiciones a las que cualquier enfoque del Judaísmo debe referirse sea porque se afirman o se rechazan. Por ejemplo cualquier enfoque del judaísmo debe referirse al Shabat (reposo sabático bíblico), a Kashrut (las reglas de la dieta judía), a la Jupa (la boda según el judaísmo). El Brit-Mila (circuncisión) ocupa un lugar central entre esas tradiciones, es imposible referirse al Judaísmo sin considerar el Brit Mila.
En el centro de toda la concepción bíblica está el concepto de BRIT (Pacto). Dios establece un “pacto” con la vida en general y especialmente con la humanidad a través de Noé (Bereshit, Génesis Cap. 9:17):
וַיֹּאמֶר אֱלֹהִים אֶל נֹחַ זֹאת אוֹת הַבְּרִית אֲשֶׁר הֲקִמֹתִי בֵּינִי וּבֵין כָּל בָּשָׂר אֲשֶׁר עַל הָאָרֶץ – Y le dijo Dios a Noé “Este es la señal del pacto (el multicolorido arco iris) que he establecido entre mi y entre todo ser viviente que habite el mundo”
Luego Dios formula un Pacto con Abraham (Bereshit, Génesis Cap. 17:9 a 14): “Y le dijo Dios a Abraham: Y tú mi Pacto habrás de observar, tú y tu descendencia por todas las generaciones. Este es el Pacto que observareis…circuncidareis a todo varón… a la edad de ocho días será circuncidado… y estará como Pacto en vuestra carne para la eternidad…”
“Brit”, quiere decir Pacto. “Mila” significa Circuncisión (cortar alrededor, o cortar lo que rodea).
Un “pacto” – a pesar de la devaluación mercantilista que la palabra sufrió en tiempos modernos – tiene en la filosofía bíblica un sentido muy elevado. Es el nombre de un vínculo perpetuo y sagrado que nace de la voluntad y el amor. Hay vínculos perpetuos que se originan sin la intervención deliberada de la voluntad, por ejemplo los hermanos serán hermanos toda la vida independientemente de todo deseo. Hay vínculos que tienen la misma vocación de eternidad pero que se originan en el deseo, la elección y el amor de los que se vinculan, por ejemplo el matrimonio y la autentica amistad. Estos vínculos la Torá los llama BRIT (pacto).
Cuando un vínculo nace de la voluntad libre de dos (o más) personas que deciden ser responsables una con la otra para siempre, eso es un pacto. No es un acuerdo, no es un compromiso, ES UN PACTO!!
Un acuerdo o un contrato tiene un objetivo específico: “vamos al cine a la noche” o “te compro ese coche”. Un compromiso también tiene una razón determinada y concreta. En cambio un pacto es para siempre (por lo menos así lo sienten los que pactan) y no tiene ninguna razón ni ningún objetivo específico. Pactan por que “lo” quieren y “se” quieren.
Cuando llegamos a un acuerdo con otra persona, utilizamos distintos gestos y símbolos para expresar que estamos de acuerdo, por ejemplo, un apretón de manos, intercambio de objetos, intercambio de camisetas, o alguna otra cosa importante o de valor para cada uno.
La Tradición relata que Abraham el patriarca estableció un pacto con Dios hace más de 3500 años y desde entonces todos sus descendientes lo sostenemos y lo cumplimos. Abraham comprendió que la existencia del mundo se debía a que Dios lo había creado y lo sostenía y lo cuidaba. Sorprendido y maravillado por el orden de la naturaleza, la fuerza y la belleza de la vida, y la capacidad humana de entender quiso agradecer a Dios y rezó. Y Dios le respondió! En cierto sentido Abraham y Dios se “enamoraron” y celebraron un pacto.
Dios le aseguró a Abraham que él nunca lo abandonaría; ni a él ni a sus descendientes y Abraham se comprometió a aprender y enseñar la Torá
Brit-Mila quiere decir: “Pacto de Circuncisión”. Abraham inició ese pacto con el Eterno y para simbolizar ese pacto hizo la circuncisión, corto el prepucio del pene. El órgano sexual es el órgano de procreación y el Brit-Mila es un símbolo del compromiso de continuar la histórica del pueblo judío y del judaísmo.
Cuando nace una criatura es evidente para la madre que está teniendo un hijo. Pero el padre no tiene señales físicas de que ese hijo es su hijo. Debe tomarlo en brazos y reconocerlo declarándolo su heredero y continuador, por eso el “Brit Mila” es una Mitzva para los padres. Una de las misiones que tiene el pueblo judío es trabajar para acercar la época mesiánica, la paz y la armonía universal, y eso no es una tarea que se puede lograr en una sola generación, por eso el Pacto es ligar a la nueva generación con esa misión.
Todo padre circuncida a su hijo a los 8 días de nacido y así se lo introduce como miembro del pueblo judío. Tan importante es esta ceremonia, símbolo de nuestra esencia judaica, que aunque el octavo día caiga Shabat o Yom-Kipur, igualmente debe realizarse. El único motivo que obliga a postergar la ceremonia es cuando el bebe está enfermo o débil y se pone en peligro su vida, entonces se posterga hasta que esté bien de salud.
La ceremonia se realiza por alguien que estudió especialmente para saber la técnica de cortar el prepucio (la piel que recubre por afuera el pene). Es un cirujano especialista que se llama Mohel (El que hace la Milá). Esa persona además de conocer la técnica médica, también tiene que ser una buena persona, conocedor de la Torá y observante de la tradición.
Duelo
Un enfoque judío de la vida y de la muerte
El Rabino Abraham J. Heschel enseñaba que “si la muerte es privada de significado, entonces la vida es absurda”.
El modo según el cual una sociedad se ocupa de los muertos indica cuál es el sentido que tiene de la vida. La tradición Judía se ocupa de la muerte pensando en los vivos.
La enfermedad y la agonía son circunstancias de la vida, y la preocupación central es esa vida, lo que debemos y podemos hacer por ella.
La persona enferma es un ser humano, amado, vivo, no es un “paciente”. La Halajá (la ley judía) indica que jamás debe estar solo. En lugar de mantener conversaciones banales para distraerlo, nos alienta a hablar y recordar, tanto lo grato como lo ingrato permitiéndole, tal vez, una última oportunidad de reconciliación con los demás y consigo mismo.
Cuando la muerte es inexorable y nada hay en la ciencia para evitarla, el Talmud prescribe que, así como está prohibido apresurarla artificialmente, está también prohibido retardarla por medios artificiales.
Una vez que sobreviene la muerte, el centro de preocupación se desplaza a los deudos -los vivos- y la Tradición estructura una práctica funeraria que reclama realismo, confronta con el dolor y alienta al reencuentro con la vida.
Expresamente se prohíbe el uso de vestidos o ataúdes ostentosos, ya que las riquezas materiales deben emplearse para fines constructivos y no para hacer distinciones superfluas frente a la muerte (que finalmente se encarga de igualarnos a todos). La tradición judía desaconseja en forma explícita ofrendas florales y costosos avisos fúnebres, y con igual énfasis recomienda el ejercicio de la Tzedaká, mediante aportes a obras benéficas que perpetúan en la vida la memoria de nuestros seres queridos.
Desde lo más remoto de su origen el hombre ha tenido siempre el instinto de trascender. En la antigüedad los reyes construían tumbas, estatuas y arcos triunfales que perpetuaban su memoria, cuyo legado a las generaciones siguientes consistió únicamente en su valor estético.
Muchas personas sensibles y generosas prefieren dejar recuerdos vivientes favoreciendo a sus congéneres ahora y siempre, orientando sus donaciones a obras y proyectos que satisfacen alguna necesidad comunitaria. Esa donación tiene un toque de inmortalidad.
Divorcio
En la Biblia ya se indica que el divorcio es posible en determinadas circunstancias. Los rabinos consideraban a la familia como el marco ideal, mientras que el divorcio es algo lamentable, que se justificaba únicamente como ultimo recurso.
Sigue leyendo aqui: http://www.schechter.edu/Lil4-s.pdf
Conversion al judaismo
Abrimos las puertas del judaísmo a todos aquellos que quieran incorporarse a nuestro pueblo, adoptar sus tradiciones y enseñanzas como una alternativa de fe y compromiso ante el mundo moderno.
Ser Judío, sin duda no es una condición racial pero tampoco es una condición individual; no obedece a ninguna definición absoluta, pero emplea normas colectivas que regulan nuestro funcionamiento como colectividad, dándonos unidad en la diversidad.
Las normas de la “Halajá” (que surgen del Talmud y la interpretación rabínica), hasta ahora vigentes, establecen que el ser judío se adquiere al nacer si la mamá es judía (se llama la Ley del vientre) o cuando un tribunal rabínico admite dentro de la grey a una persona no nacida judía.
El procedimiento que se sigue en el Tribunal Rabínico es muy similar al que emplean la mayoría de las naciones modernas para otorgar residencia o ciudadanía a un nativo de otro país. El nombre tradicional del procedimiento es “Guiur”, palabra que deriva de la palabra “guer” que significa residente.
Cuando una persona nacida no judía desea integrar el pueblo judío debe prepararse para ello tanto intelectualmente como emocionalmente. Acreditar un conocimiento aceptable de la Tradición y la Historia judía, mostrar que su voluntad de pertenecer a la colectividad nace de una decisión libre y honesta.
En Bet-El ofrecemos un marco de preparación. Acompañamos a los que se interesan en ser judíos, caminando a su lado y a su ritmo, en un recorrido que los llevará hasta nuestros patriarcas, para retornar al presente llenos del espíritu y la fuerza del judaísmo.
Cuando la persona interesada completa su preparación es examinada por el Tribunal Rabínico y una vez que ha sido aprobada se realiza una breve ceremonia que comienza con la “Tevila” (hace click para leer más sobre “Mikva”). Si el interesado es un varón, previo a la “Tevila” debe haber practicado el “Brit Mila” (hacer Click)
Aunque la “Halajá” (las normas que surgen del Talmud y la interpretación rabínica) no lo consideran, somos muchos los Rabinos modernos que abogamos por que sea reconocida también la “patrilinealidad”. Es decir el derecho de los hijos e hijas de un padre judío para ser reconocidos como judíos aunque su madre no sea judía. De hecho el Estado de Israel en su legislación civil reconoce ese derecho, y aunque preferiríamos no mencionarlo no podemos olvidar que hace poco más de 60 años los nazis mandaban al exterminio a cualquiera que se sospechara que tenía uno de sus abuelos judío. También el Movimiento Reformista lo ha reconocido hace varios años atrás. En el Movimiento Masorti/Conservador aún se está discutiendo.
La congregación Bet-El está inscrita en el Movimiento Masorti/Conservador. En el tema de la “patrilinealidad” somos críticos y promovemos el cambio pero entretanto tratamos de ajustar nuestra práctica a los estándares y regulaciones del Movimiento Masorti/Conservador.
A los hijos de padre judío que expresamente desean ser reconocidos como judíos les facilitamos los procedimientos para que puedan dar por cumplido las formalidades requeridas por la “Halajá” pero a cada uno según su propia situación de vida, entendiendo que quien tiene asumida su identidad judía merece absoluto respeto independiente de lo que establece las norma.
LOS CURSOS DE PREPARACIÓN PARA LA ADOPCIÓN DEL JUDAÍSMO (conversión) SON PERSONALES. Para más información consultar con el Rabino.
Educacion judía
La congregacion Bet-El trabaja permanentemente para crear un espacio de educacón, basada en valores valores judios y sionistas. En Bet-El continuamente se emprenden proyectos educativos, que comprenden estudios de Torá y Talmud, Tora para niños, cursos de conversión, etc. Una serie de actividades novedosas se emprenden cada año, como por ejemplo en un futuro cursos sobre cocina, Taamei Amikea. En la sección "Actividades de la comunidad" podras encontrar las actividades educativas más recientes.
Bet El Comunidad Masorti de Madrid e-mail: administracion@bet-el.org