Fuente: //www.tora.org.ar/ Parashat Jukat 19 1 El Eterno les habló a Moshé (Moisés) y a Aarón, diciendo: 2 «Éste es el decreto de la Torá que El Eterno ha ordenado, diciendo: Háblales a los Hijos de Israel y ellos tomarán para ti una vaca completamente roja, que no tiene mácula, y sobre la cual no se ha ceñido el yugo. 3 Se la daréis a Elazar el sacerdote; él la llevará afuera del campamento y alguien la sacrificará en su presencia. 4 Elazar el sacerdote tomará un poco de su sangre con su dedo índice, y salpicará siete veces un poco de ella en dirección a la Tienda de la Reunión. 5 Alguien quemará la vaca ante sus ojos: su piel, su carne y su sangre, con su excremento quemará. 6 El sacerdote tomará madera de cedro, hisopo y hebra carmesí y los arrojará a la quema de la vaca. 7 El sacerdote sumergirá sus vestimentas y se sumergirá él mismo en agua, y luego podrá ingresar al campamento; y el sacerdote permanecerá impuro hasta el anochecer. 8 El que la queme sumergirá sus vestimentas y se sumergirá él mismo en agua; y quedará impuro hasta el anochecer. 9 El hombre puro reunirá la ceniza y la colocará fuera del campamento, en un lugar puro. Para la asamblea de Israel será un recordatorio para el agua del rociado; es para purificación. 10 El que recogió la ceniza de la vaca sumergirá sus vestimentas y quedará impuro hasta el anochecer. Será para los Hijos de Israel y para el prosélito que habita entre ellos un decreto eterno. 11 Todo el que toque el cadáver de cualquier ser humano será impuro durante siete días. 12 Se purificará con él al tercer día y al séptimo día será puro; pero si no se purificare al tercer día, entonces al séptimo día no quedará puro. 13 Todo el que toque el cuerpo de un ser humano que hubiere muerto y no se hubiere purificado, si hubiere impurificado el Tabernáculo de El Eterno, esa persona será apartada de Israel; como el agua del rociado no fue arrojada sobre él, permanecerá impuro; su impureza está sobre él. 14Ésta es la enseñanza concerniente al hombre que muriere en una tienda: todo lo que entre a la tienda y todo lo que hubiere en la tienda será impuro durante siete días. 15 Cualquier vasija abierta que no tiene tapa ajustada será impura. 16 En el campo abierto, todo el que toque a alguien que fue muerto por la espada o que murió, o un hueso humano o una tumba, será impuro durante siete días. 17 Tomarán para la persona impurificada un poco de las cenizas de la quema del animal de purificación y le colocarán encima agua de manantial en una vasija. 18 Un hombre puro tomará hisopo y lo mojará en el agua, y salpicará sobre la tienda, sobre todas las vasijas, sobre las personas que estaban allí y sobre el que tocó el hueso, o el que fue asesinado o el que murió, o sobre la tumba. 19La persona pura salpicará sobre la persona impurificada al tercer día y al séptimo día, y lo purificará al séptimo día; luego sumergirá sus vestimentas y se sumergirá él mismo en agua, y se volverá puro al anochecer. 20 Pero el hombre que quede impuro y no se purifique si hubiere impurificado el Santuario de El Eterno, esa persona será apartada del medio de su congregación; porque el agua del rociado no fue arrojada sobre él y está impuro. 21 Éste será para ellos un decreto eterno. Y el que salpique el agua de rociado, sumergirá sus vestimentas, y el que toque el agua del rociado será impuro hasta el anochecer. 22 Todo lo que toque la persona impura será impuro y la persona que lo toque será impura hasta el anochecer». 20 1 Los Hijos de Israel, toda la asamblea, llegaron al Desierto de Tzin en el mes primero, y el pueblo se estableció en Kadesh. Miriam murió allí y fue enterrada allí. 2 No había agua para la asamblea, y se reunieron en contra de Moshé (Moisés) y Aarón. 3 El pueblo tuvo una disputa con Moshé (Moisés) y habló, diciendo: «¡Si tan sólo hubiéramos perecido como perecieron nuestros hermanos ante El Eterno! 4 ¿Por qué trajiste a la congregación de El Eterno a este desierto para que muramos allí, nosotros y nuestros animales? 5 ¿Y por qué nos hiciste ascender de Egipto para traernos a este lugar malo? No es un lugar de semillas, ni higos, ni uvas, ni granadas; ¡y no hay agua para beber!». 6 Moshé (Moisés) y Aarón se alejaron de la presencia de la congregación hacia la entrada de la Tienda de la Reunión y cayeron sobre sus rostros. La gloria de El Eterno apareció ante ellos. 7 El Eterno habló a Moshé (Moisés), diciendo: 8 «Toma la vara y reúne a la asamblea; tú y Aarón, tu hermano, y háblale a la roca ante sus ojos para que dé su agua. Sacaréis para ellos agua de la roca y daréis de beber a la asamblea y a sus animales».9 Moshé (Moisés) tomó la vara de ante El Eterno, tal como Él le había ordenado. 10 Moshé (Moisés) y Aarón reunieron a la congregación ante la roca y le dijeron: «Escuchad ahora, oh rebeldes, ¿sacaremos agua para vosotros de esta roca?». 11 Entonces Moshé (Moisés) alzó su brazo y golpeó la roca con su vara, dos veces; surgió agua en abundancia y bebieron la asamblea y sus animales. 12 El Eterno les dijo a Moshé (Moisés) y a Aarón: «Porque no creísteis en Mí para santificarme a los ojos de los Hijos de Israel, por eso no traeréis a esta congregación a la Tierra que le he dado». 13 Son las aguas de la disputa, donde los Hijos de Israel tuvieron una disputa con El Eterno y Él fue santificado por medio de ellas. 14 Moshé (Moisés) envió emisarios desde Kadesh al reino de Edom: «Así dijo tu hermano Israel: tú sabes todas las dificultades que nos han acaecido. 15 Nuestros antepasados descendieron a Egipto y nosotros habitamos en Egipto durante muchos años, y los egipcios nos hicieron mal a nosotros y a nuestros antepasados. 16 Nosotros clamamos ante El Eterno y El oyó nuestra voz; envió un emisario y nos sacó de Egipto. Ahora he aquí que estamos en Kadesh, una ciudad al borde de vuestra frontera. 17 Déjanos pasar por vuestro territorio; no pasaremos por los campos ni por los viñedos, ni beberemos el agua de los pozos; por el camino del rey transitaremos, no nos desviaremos ni a la derecha ni a la izquierda, hasta que hayamos atravesado vuestra frontera.» 18 El rey de Edom le dijo: «No pasaréis por mí, ¡para que no me enfrente a ti con la espada!». 19 Los Hijos de Israel le dijeron: «Subiremos por el camino y si bebemos tu agua, nosotros o nuestros rebaños, pagaremos su precio. Sólo que nada de eso ocurrirá. Déjanos pasar a pie». 20 Él dijo: «¡No pasaréis!». Entonces Edom salió a enfrentarlos con una gran multitud y mano fuerte. 21 Y Edom se negó a dejar que Israel pasara por su frontera, e Israel se alejó de él. 22 Partieron de Kadesh y los Hijos de Israel llegaron, toda la asamblea, al Monte Hor. 23 El Eterno les dijo a Moshé (Moisés) y a Aarón en el Monte Hor junto a la frontera de la tierra de Edom, diciendo: 24 «Aarón se reunirá con su pueblo, pues no entrará a la Tierra que les he dado a los Hijos de Israel, pues desafiasteis Mi palabra en las aguas de la disputa. 25 Toma a Aarón y su hijoElazar y tráelos a que suban al Monte Hor. 26 Despoja a Aarón de sus vestimentas y viste a su hijo Elazar con ellas; Aarón se reunirá (con su pueblo) y morirá allí». 27 Moshé (Moisés) hizo tal como El Eterno ordenó y ascendieron al Monte Hor ante los ojos de toda la asamblea. 28 Moshé (Moisés) le quitó las vestimentas a Aarón y vistió a su hijo Elazar con ellas; entonces Aarón murió allí, en la cima del Monte, y Moshé (Moisés) y Elazar descendieron de la montaña. 29 Cuando toda la asamblea vio que Aarón había perecido, lloraron a Aarón durante treinta días, toda la Casa de Israel 21 22 1 Los Hijos de Israel se trasladaron y acamparon en las planicies de Moab, sobre la orilla del Jordán, frente a Jericó. |
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