Guillermo Mendes
Madrid
En noviembre del 2022 de la mano de Masorti Olami-Europa, cerca de una veintena de representantes de comunidades masortíes europeas iniciamos un viaje de aprendizaje en el que, primero online y luego en Jerusalén, pasamos revista a aspectos claves del liderazgo comunitario así como las respuestas que nuestro movimiento está dando -y debe dar- a los grandes desafíos contemporáneos.
Los líderes no nacen, se hacen y es bajo esta premisa que durante estos casi ocho meses hablamos sobre el rol del líder dentro de nuestras sinagogas, sobre cómo responder a las inquietudes de los jóvenes adultos y de los adolescentes y promover su participación en las estructuras de la organización, cómo gestionar una buena campaña de Fundraiser o desarrollar una estrategia de comunicación exitosa que nos permita realmente impactar en la sociedad, entre otras cosas.
Durante la semana en Jerusalén, a principios de junio, continuamos profundizando esos temas y visitando organizaciones claves en la vida judía cómo la Organización Sionista Mundial, los Institutos Schechter y la Comunidad Masortí Ma´ayanot, una de las más importantes de Jerusalén que compartieron con nosotros parte de su historia y cómo de ser algo pequeño se transformaron en una gran comunidad en la que todos tienen cabida.
Por supuesto que durante esos ajetreados días siempre tuvimos tiempo para la Tefilá, la mayoría de los días en la Yeshivá Conservadora y el último día en el Kotel Igualitario, donde nos encontramos con una representante del grupo Mujeres del Muro que nos puso al día sobre las dificultades que han mantenido a lo largo de su historia por asegurar una oración igualitaria en unos de los sitios más sagrados del judaísmo.
Al final regresamos a casa con la mente llena de proyectos y orgullosos de formar parte de un movimiento que no solo ha
transformado el judaísmo sino que ha impactado en las estructuras claves del Estado de Israel. Cómo nos decía uno de los conferenciantes, que nos
han mentido diciendo que somos minoría dentro del mundo del judaísmo, que somos algo marginal, pero no, los Masortíes somos casi mayoría…de nosotros depende hacer oír nuestras voces.
