Parashat Matot-Masei: La importancia de cumplir con las promesas.

Parashat Matot-Masei

¿Qué significa la parashá de esta semana?

Matot-Masei comienza con leyes sobre juramentos y nos recuerda la historia de la Guerra de los israelitas contra los madianitas, una tribu descendiente de Abraham proviniendo de lo que hoy en día está cerca de Aqaba en Jordania. Dios manda a los israelitas destruir la alabanza hacia los ídolos en la Tierra de Israel, establece las fronteras de Israel y las leyes de ciudades donde los asesinos inadvertidos buscaban refugio. La parashá se divide en dos partes: Matot y Masei.

Matot
“Matot” es el plural de “Mate” y significa tribus. La parte de Matot nos habla de la comunicación y la relación interpersonal entre Dios y Moisés y establece la estancia firme del Pueblo de Israel, sus leyes y su orden.

Moisés proclama a los hijos de Israel “Es la palabra que Dios ha mandado. Si un hombre hace un juramento a Dios, no puede permitir que su palabra no se cumpla. Tiene que hacer lo que haya dicho y prometido.

Lo mismo se aplica a una mujer, a no ser que su padre (en la juventud de la mujer) o su esposo obstruyan sus juramentos. En este caso, Dios le perdonará por esas obstrucciones. Cada juramento y cada caso de negación, su esposo lo puede permitir o anular. En cuanto una mujer divorciada o viuda, todo lo que haya jurado se quedará con ella.” Esas son las leyes que Dios mandó a Moisés para el caso de un hombre y su esposa y un padre y su hija en su juventud en la casa de su padre.

Dios después dijo a Moisés, “Logra la venganza ante los madianitas para alejar a los hijos de Israel de su idolatría y su inmoralidad. Después, muérete por delante de tu pueblo”.

Masei
Los hijos de Reubén y Gad, dos de las doce tribus de Israel, prometieron a Moisés que ayudarán a las tribus a habitar la Tierra Prometida antes de cruzar el Río Jordán. Dios promete a Moisés y al pueblo de Israel la protección y la victoria, pero en caso de que no lo cumplan, Dios retrocederá sus acciones hacia Moisés.

Moisés graba los viajes de los hijos de Israel desde que salieron de Egipto, desde el primer mes hasta el decimoquinto día, la mañana después de Pesaj ante los egipcios. Dios les maldijo con la muerte del primogénito con juicio de sus dioses. Dios habla con Moisés, “Di al pueblo que cuando entre en la tierra de Canaán, deberías expulsar a todos que vivan allá y destruir sus símbolos, ídolos y sitios sagrados de alabanza. Te di esa tierra. Si no expulsas a los que vivan allá, los que se queden atrás se pueden molestar como una espina. Os van a oprimir como enemigos en la tierra en que vivas y será que lo que era mi intención hacerles, te lo haré.”

Esa parashá, que efectivamente son dos parashot en una, nos habla de la resolución de conflicto y de la importancia de cumplir con promesas. Una cosa es hacer la promesa, la otra es cumplirla y en caso de que no se cumpla, lo contrario se va a cumplir, potencialmente con consecuencias negativas. Las acciones hablan de una forma más potente que las palabras y siempre hay que recordar que los caminos de Dios están ocultos.

Sagiv Boniel
Coordinador de Marom Madrid