En la parashá de esta semana aparecen 51 Mitzvot diferentes, de todo tipo, preceptos entre el hombre y Ds, entre el hombre y su prójimo, positivos, negativos, prohibitivos, de hacer algo, de no hacer algo.
Pero hay un precepto que es muy interesante y de hecho nuestros sabios dicen que es el fundamento principal de toda la Torá:
“Veahavta le-reaja kamoja Rabí Akiba omer: ze klal gadol ba Torá”.
“Rabí Akiva dice: «Ama a tu prójimo como a ti mismo,» esa es la base de la Torá”.
Para entender un poco mejor hasta dónde tiene que llegar este amor al prójimo hay una Mishná, una enseñanza de nuestros sabios, que dice:
“Kol Torá she ein imá melajá, sofá betelá”,
“Todo estudio que no va acompañado de un trabajo se torna en improductivo y conduce al error”.
Es decir, si uno estudia Torá y no trabaja, no tiene como sostenerse económicamente, ni a su familia, ni tampoco va a entrenar a su alma (y cuerpo) a trabajar, finalmente va a terminar en el mal camino, o mínimamente, no podrá permanecer en el camino de la rectitud.
Entonces, se olvidará lo que estudió, no lo podrá poner en práctica, terminará mal, etc, etc.
Sin embargo, las enseñanzas jasídicas nos explican que la palabra “Melajá”, “trabajo”, en esta Mishná, no quiere decir solamente trabajo literalmente, para ganarse la vida, sino que quiere decir amor al prójimo.
Entonces volviendo a leer esta Mishná de Pirke Avot con la nueva explicación, de una manera más profunda, podríamos interpretar:
«Todo estudio de Torá que no tiene consigo amor al prójimo «Sofá betelá», al fin y al cabo, ese estudio de Torá, se va a anular”.
Ahora bien, ¿qué quiere decir todo esto?
La Torá fue entregada, así nos explica Maimónides en el Mishné Torá, para ser paz en el mundo, paz entre las personas, paz entre el mundo con Ds.
Quiere decir que uno tiene que trabajar con el prójimo, no solamente consigo mismo.
Entonces si uno solamente se dedica a estudiar Torá, a mejorarse a sí mismo, a desarrollarse a sí mismo, pero no trabaja con el prójimo, al fin y al cabo «Sofá betelá», se anula todo el propósito por el que fue entregada la Torá, no se cumple en esa persona misma, es como si no hubiera entendido nada de lo que estudió, pues no comprendió el propósito principal del estudio en sí mismo.
“Veahavta le-reaja kamoja: ze klal gadol ba Torá”.
Con cariño y afecto.
Shabat Shalom.
Lic. Fernando Lapiduz.
Guía Espiritual y Referente Rabínico
Congregación Masorti Bet-El, Madrid.