Parashat Behar-Bejukotai: El Retorno

«Y consagraréis el Año del Cincuentenario, y proclamaréis la libertad en la tierra para todos los habitantes. Iovel es [..] y cada hombre a su familia habréis de retornar». (Lev 25, 10)».

De nuevo es el turno para estudiar una parasha doble de la Torá y, esta vez, la importancia de los ciclos en la vida humana, así como nuestro compromiso con el Pacto para no perder lo Prometido, será el tema central a analizar.

Seis días se prolongaron en la Creación de Ad’, y el Séptimo, descansó; en el séptimo mes se consagran 3 festividades importantes: Rosh Hashana, Yom Kipur y Sukot. En el séptimo año se consagra ahora el descanso para la tierra y, en palabras de Ibn Ezra, para liberar al hombre del trabajo mundano con el fin de poder dedicarse él también al estudio de la Torá.

Finalmente, después de siete Shemitot (años sabáticos) se proclamaba el año del Iovel, al son del Shofar. Algunas interpretaciones de los jajamim destacan que, además del retorno «materialista» de las propiedades a los enajenados, en este Año del Iovel debía cada persona regresar a su origen espiritual, y reencaminar su alma al camino de la Torá del que se hubiera apartado (Com. M. Edery).

Para terminar, reflexionemos con la advertencia clara que nos hace Ad’ respecto a nuestra relación con todo lo que nos rodea: «[…] ya que Mía es la tierra; pues extranjeros y residentes sois vosotros ante mí» (Lev. 25, 23).
Qué importante es no perder la perspectiva, no olvidar que aquello que llegamos a poseer es fruto de nuestro esfuerzo diario por cumplir Sus preceptos y siempre estará condicionado por ello.
Un abrazo a todos
Jana
Shlijat Tzibur