Cuenta una historia jasídica, que cierta vez un importante Rebe tuvo que viajar a una ciudad por una semana, por lo cual tenía que encontrar un lugar adecuado para pasar el Shabat. Y le ofrecieron dos lugares diferentes donde podía quedarse, las dos mejores opciones, las casas de dos personajes importantes de esa comunidad.
Una de las casas pertenecía a una persona que era conocida por cuidar con empeño las Mitzvot, con mucho énfasis en cada detalle, por lo que era el lugar apropiado para que este famoso Rebe pasara Shabat. Sin embargo, al mismo tiempo que era alguien muy respetado por todo el pueblo, el dueño de casa era una persona muy orgullosa de sí mismo por cumplir las Mitzvot «como corresponde”. Diríamos, demasiado orgullosa.
La otra casa era de una persona de la que había rumores acerca de su poca auto-exigencia en el cumplimiento de las Mitzvot.
Entonces le dieron a elegir al Rebe en qué casa prefería quedarse.
– “Me voy a quedar en la casa de la segunda persona” – dijo el Rebe – “a pesar de que hay rumores sobre él en cuanto a lo poco estricto de su cumplimiento, yo quiero quedarme en su casa durante el Shabat”.
Cuando sus estudiantes le preguntaron la razón de esta decisión, ya que el lugar natural para este gran rabino era la casa de la persona muy cuidadosa con los preceptos, el Rebe les dijo lo siguiente:
– “El Talmud dice en el Tratado Sota que, cuando una persona es arrogante u orgullosa, Ds dice “Ein ani vahu iejolin ladur”, “tu y Yo no podemos estar juntos”, como si esas cualidades de esa persona (arrogancia y demasiado orgullo) evitara la cercanía con Ds. Como si lo alejara de su presencia.
– “La otra persona es un hombre humilde”, continuó el Rebe, “pero sin embargo hay un pasuk en la parashá Ajarei Mot, que dice: «hashojen itam betoj tumatam», «Ds reside en el interior de cada uno de nosotros, incluso si somos impuros».
Quiere decir que a pesar de que la segunda persona no sea todo lo estricto y Tzadik que se espera para alojar a este Rebe, Ds está con él.
“¿En una casa donde no va a residir la Presencia Divina, yo voy a estar? dijo el Rebe. “Pero en una casa en donde la presencia de Ds va a ser parte del Shabat, ahí yo quiero estar”.
Cada uno de nosotros nos conocemos bien, tenemos todo tipo de de “Tumot” (impurezas) y cosas que tenemos que mejorar, pero, sin embargo «hashojen itam betoj tumatam”, Ds habita en el interior de cada uno de nosotros, incluso con nuestras imperfecciones. Y nuestro trabajo en este proceso es, en primera instancia, aceptarnos como somos, y así revelar esa presencia de Ds para que en la práctica podamos mejorar hasta alcanzar nuestra mejor versión.
Con cariño y afecto.
Shabat Shalom y Jodesh Tov
Lic. Fernando Lapiduz.
Guía Espiritual y Referente Rabínico
Congregación Masorti Bet-El, Madrid.