El rabino Mario Karpuj de la Comunidad Bet-El de Madrid nos comenta la parashá de la semana, #israel #judaismo #masorti #judaismoenespañol #rabinos
Torá para este momento Rabino Avi Novis-Deutsch
Subdirector de la Red Comunitaria de Tivon e instructor de Talmud
y Halaja en las instituciones Schechter en Jerusalén.
19 Diciembre 2024 / 18 Kislev 5785
En nuestra parashá encontramos la historia del ketonet pasim, la “túnica de muchos colores” que Jacob hizo para José, la prenda que provocó la ruptura entre José y sus hermanos, una ruptura que llevó a una tremenda violencia. Muchos años después, Meir Ariel (un cantautor israelí del siglo XX) celebró la multiplicidad y la diferencia dentro del pueblo judío usando esa túnica de muchos colores: “Cada muestra [de color] me toca, cada una quiere despegarse de mi piel”. Ariel, en un doble cambio, nos recuerda que la diferencia puede crear distancia, pero no tiene porqué hacerlo. El secreto es dejar que la alteridad nos toque, nos haga temblar.
Y un desafío aún mayor es no dejar atrás al otro. Cuando podemos observar con atención las velas de Shabat y Janucá, podemos tomar nota de todas las sombras dentro del fuego y pensar con ellas: ¿A quién hemos olvidado? ¿Qué luces de nuestra vida hemos dejado atrás? Y podemos recordarnos que debemos levantar el teléfono, establecer contacto, reunirnos. Recordemos que la diferencia puede llevar al odio, pero también puede ser la base de nuestro camino de amor.