La Parasha de esta semana comienza con un llamado del Cielo hacia Abraham «Lej Lejá», “Vete para ti de tu tierra, de tu patria y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré”.
La pregunta que se presenta delante de nuestros ojos es obvia ¿Porque Ds eligió a Abraham? ¿Quien es Abraham?
La semana pasada veíamos que Noaj fue elegido por Ds para salvarse él y su familia del diluvio. Previamente la Torá lo alababa presentándolo como un Tzadik completo (un Justo absoluto), ademas de remarcar que tenía mucha gracia a los ojos de Ds.
A diferencia de Noaj, en esta Parashá la Torá no nos cuenta nada sobre Abraham. Tan solo “aparece” en la historia. Directamente comienza con la orden de «Lej Lejá» sin darnos ninguna introducción de los antecedentes de este personaje para ser merecedor de ser nuestro primer y gran Patriarca.
Explica el Sefat Emet (Rabino jasídico de principio del Siglo XX en Polonia), en un comentario basándose en el Zohar, que esta voz de «Lej Lejá» sale del cielo para todas las personas, para que se despierten y se alejen de sus malas costumbres, que abandonen esos lugares que los dañan, que se aparten de cualquier sociedad que los influencia para mal y caminen tras la voz de Hakadosh Baruj Hu.
Cada persona tiene la posibilidad de escuchar esa voz. Todos nosotros.
Ds habla con la persona en diferentes formas, pero como la persona no está atenta a escuchar, no buscamos la voz de Ds y por eso no la encontramos. Seguimos «dormidos» y no alzamos la vista al cielo para ver qué pasa alrededor de “mi mundo”.
Pero Abraham no era así, él estaba en búsqueda constante del Dueño de este universo y por eso él logró escuchar esa voz. Esta es la mayor alabanza que la Torá le pueda dar a Abraham y por eso él fue el elegido.
Con cariño y afecto.
Shabat Shalom.
Rab Fernando Lapiduz
Congregación Masorti Bet-El, Madrid.