La Parashá Vaielej es la mas breve de toda la Torá. En ella se acerca el final de la vida física de Moshe a la edad de 120 años y se entregan al Pueblo las últimas dos Mitzvot: Hakel y escribir un Sefer Tora.
Este es también uno de los Sábados del año que tienen nombre propio, Shabat Shuvá, el Shabat del arrepentimiento, de acuerdo con las palabras del profeta Hoshea “Retorna, oh Israel al Señor tu Ds, porque has tropezado por tus transgresiones”.
El concepto de Teshuvá, y la posibilidad de blanquear y de comenzar de nuevo después de un sincero arrepentimiento, es algo que está por fuera de la lógica humana.
En la lógica humana, una persona que comete un error, debe pagar un castigo. Y dicho castigo de alguna manera limpia el error Y al mismo tiempo es una expiación por la transgresión realizada.
Teshuvá es salir de esa lógica y decir que antes de que el castigo o que el sufrimiento entre a cumplir un rol, uno mismo se arrepiente, y, en la palabra del profeta, el arrepentimiento blanquea y es como si no hubiese estado anteriormente.
Teshuvá es un proceso recomendable, y lo hacemos estos días, pero no es un proceso fácil porque, para que tengamos realmente un cambio de actitud frente a un determinado tipo de situación, el cambio tiene que ser tan profundo, tan sincero, que Ds pueda actuar de testigo, que si llegara a ocurrir la misma situación en idénticas circunstancias, uno no va a transgredir de nuevo. Porque una verdadera Teshuvá es cuando uno tiene la misma escenografía y no comete el mismo error.
¿Y cómo podemos hacer eso si no se nos presenta esa situación idéntica?
Entonces decimos que si mi sinceridad es tan real, tan transparente que Ds pueda actuar como testigo, eso es la Teshuvá Gmurá (completa). Incluso aunque no tenga todavía la «tentación» de volver a cometer ese error.
Teshuvá es un proceso al que el judaísmo le ha dado mucha mas importancia con el paso de los años, la idea de poder cambiar, de poder mejorar, de poder reconocer el error, de arrepentirse, de confesárselo a Ds y luego hacer el trabajo necesario para no volver a cometer esa misma transgresión.
Te deseo una Teshuvá Moilá, una Teshuvá Gmurá, un arrepentimiento sincero, fructífero y completo antes de este Iom Kipur.
Con cariño y afecto.
Gmar Jatimá Tova y Shabat Shalom.
Rab Fernando Lapiduz
Congregación Masorti Bet-El, Madrid.