Ya ha pasado la preparación febril previa a Pesaj y la celebración de los primeros Sedarim. Llevamos varios días de privación de Jametz.
Este viernes leeremos uno de mis pasajes preferidos de la Tora: Shirat Haiam, el Cántico del cruce del Iam Suf.
Había principalmente dos opciones para que el pueblo llegue desde Egipto a la Tierra Prometida: guiarlos por el camino corto, por la tierra de los filisteos, con quienes tendrían que guerrar, o llevarlos por el camino largo, por el desierto.
Los comentaristas nos dicen que Ds no los quiso conducir por el camino corto ya que el pueblo, que recién salía de la esclavitud de Egipto, no era capaz aún de ir a la guerra contra otro pueblo y seguramente tendrían miedo y regresarían a Egipto.
Por eso, aunque el plan original era ir directamente a la tierra de Israel, Ds cambió los planes, ya que todo depende de la fuerza y la capacidad que tiene la persona en ese momento para poder recibir la Brajá desde el Cielo.
Lo mismo ocurrió en el episodio de los Meraglim, aquellos espías en Bamidvar 13 que fueron a la tierra de Israel, y a su regreso dieron un testimonio plagado de pesimismo, que hizo entrar al pueblo en desesperación.
En ese entonces Ds llegó a la conclusión que el pueblo aun no estaba preparado para tener esa seguridad necesaria a la hora de salir a luchar sin miedo. Les faltaba esa fe absoluta en Ds y en ellos mismos de que iban a poder triunfar. Y por eso, hasta que no pereció toda esa generación que nació como esclavos en Egipto, no podían entrar a la tierra de Israel.
¿Cuál es la enseñanza para nosotros?
Antes de pedirle algo a Ds, revisa bien si tienes la capacidad de recibirlo, ya que si no tienes el «recipiente» necesario o si no estas suficientemente “maduro”, es muy posible que esa sea la causa por la que desde el Cielo no llegue la Brajá.
Con cariño y afecto.
Shabat Shalom y Pesaj Sameaj!
Lic. Fernando Lapiduz.
Guía Espiritual y Referente Rabínico
Congregación Masorti Bet-El, Madrid.